"Si yo supiera que iba a ser la última vez
que te viera acostarte a dormir,
te estrecharía un poco más fuerte entre mis brazos.
Si yo supiera que iba a ser la última vez
que te viera salir por la puerta,
te daría un abrazo y luego un beso
y te llamaría para hacerlo de nuevo.
Si yo supiera que iba a ser la última vez,
escucharía tu voz alzarse en alabanzas,
grabaría en video cada acción y palabra
para escucharlas de nuevo, día tras día.
Si yo supiera que iba a ser la última vez,
me sobraría algún minuto
para detenerme y decir "Te quiero"
en lugar de suponer que tú sabrías que te quiero...
Si yo supiera que iba a ser la última vez,
estaría presente para compartir tu día.
Pero como estoy seguro que tendrás muchos más,
qué importa que este se me escape....
Porque seguramente habrá siempre un mañana
que compense mi falta de visión,
pues siempre nos darán una segunda oportunidad
para que todo quede perfectamente.
Siempre habrá otro día
para decir "Te quiero",
y seguramente habrá otra oportunidad
para decir "¿algo se te ofrece?"
Pero en caso de estar equivocado,
y que hoy fuera el último día,
me gustaría decir cuánto te quiero
y ojalá que nunca lo olvidemos.
Nadie tiene la vida comprada,
ni los jóvenes ni los viejos,
y puede que hoy sea nuestra última oportunidad
de abrazar con fuerza a nuestros seres queridos.
De modo que si esperas hasta mañana,
¿por qué no hacerlo hoy?
Porque si mañana nunca llega,
seguramente lamentarás el día
en que no te tomaste el tiempo
para sonreír, dar un abrazo o un beso,
y estabas demasiado ocupado para darle a alguien
lo que sería su postrer deseo.
Así que abraza a tus seres queridos hoy
y diles al oído
qué tanto los quieres
y que siempre lo harás.
Toma el tiempo para decir "lo siento";
"perdóname", "por favor"; "gracias". "No te preocupes".
Y si la despedida mañana no llega,
nunca lamentarás lo que hiciste hoy."
Marcelo Rittner
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario